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Argentina necesita una estrategia de horizontes diversos en comercio exterior


La Argentina es hoy una potencia media que avanza a media potencia, y donde uno de los motores que está funcionando por debajo de su potencial es el de las exportaciones. Por ello, la Argentina debe implementar una estrategia de “horizontes diversos” en materia de comercio exterior, desarrollando relacionamientos positivos y simultáneos con las potencias establecidas, las emergentes y el exterior próximo.

En el caso particular del comercio, debemos ser especialmente ambiciosos en términos geográficos, dada la demanda universal por nuestros productos alimenticios, que representan más de dos tercios de nuestras exportaciones.

En términos de comercio exterior, luego de alcanzarse en 2011 un total de exportaciones por 82.981 millones de dólares, en el 2015 -último año de la administración Kirchner-, se exportaron sólo 56.788 millones, una estrepitosa caída del 31.5%. Con el comienzo del gobierno Macri, la situación no cambió en forma sustancial, ya que las exportaciones en 2016 representaron 57.733 millones de dólares, un incremento del 1.7% con respecto al 2015.


Para recuperar el terreno perdido, hay que ir más allá de los destinos tradicionales -Mercosur, resto de América, Europa y China- donde algunos mercados tienden a cerrarse -Estados Unidos-, y en otros se continúan verificando barreras arancelarias y no arancelarias para nuestros productos -Europa y China-.

Así, hay que enfocarse en India, la ASEAN y Corea del Sur en el continente asiático, y aprovechar oportunidades en África y Medio Oriente.


Esta estrategia se presenta prometedora, si analizamos la evolución geográfica de nuestras exportaciones entre 2015 y 2016. En efecto, mientras las exportaciones a los mercados tradicionales -América, Europa, China- sufrieron altibajos, las exportaciones a la Asean, al resto del Asia (incluyendo India), y al África tuvieron sólidos crecimientos.


Así, las ventas a los países latinoamericanos miembros de la ALADI disminuyeron en un 9.8%, y las ventas a China decrecieron un 13.5%. Mientras que las ventas a Europa crecieron un modesto 3.7%, y a los EE.UU. un muy positivo 30.6%. Por su lado, las exportaciones a la Asean crecieron un fuerte 26.6%, al resto de Asia un sólido 16.0% (en el caso de India, un 10.3%), y al África un muy positivo 25.1%.


Una estrategia de “horizontes diversos” debe buscar maximizar las tres turbinas de la exportación: los productos primarios (PP), las manufacturas de origen agropecuario (MOA), y las de origen industrial (MOI), para lograr un desarrollo equilibrado.


En cuanto a esto, se verificó un aumento en la exportación de PP del 17.7% en 2016, mientras que las MOA aumentaron sólo un 1.7%, y las ventas de MOI disminuyeron en un 6.6%. De esta manera, la participación de los PP fue de 27.1% sobre el total de exportaciones, de 40.4% para las MOA, y de 29.0% para las MOI.


Como resultado, la participación de las MOI sobre las exportaciones descendió 2.6pp, con respecto al 31.6% que representó en 2015, mientras que la de los PP se incrementó en 3.7pp con respecto al 23.4% en ese mismo año.



Para implementar una visión de “horizontes diversos” en lo comercial sería óptimo que sobrevivan, en el corto plazo, las empresas que exportan, o tienen potencial exportador a nivel regional o global. En este sentido, tanto las MOI como las MOA enfrentan hoy enormes desafíos del punto de vista competitivo. En el esfuerzo ciclópeo para enfrentar la muy delicada situación económica, las opciones elegidas por el Gobierno -reducir la inflación estableciendo altas tasas de interés, financiar el déficit fiscal con endeudamiento- están impactando sobre el tipo de cambio, empujándolo hacia la baja.


Esto parece indicar que el potenciar las exportaciones más allá de los productos primarios, no pareció ser una prioridad inmediata del gobierno. Esto está impactando negativamente a varias MOA que exportan o tienen el potencial de exportar a nivel regional y global, como la industria del vino. Pero también afecta a numerosas MOI, que compiten o tienen el potencial de competir a nivel regional.


En este contexto es interesante la metáfora propuesta por el economista Orlando Ferreres, de crear un “hospital para empresas”, para después de las elecciones legislativas de este año. En realidad esta acción debería ser conceptualizada inmediatamente, poniendo especial atención en lo que Bernardo Kosacoff denomina las "cirscunstancias" de aquellos sectores productivos que tienen viabilidad exportadora regional o global.


Siguiendo con las metáforas, es necesario evitar que terminemos de facto, dadas las condiciones económicas actuales, ante la presencia de una “morgue para empresas”. Más aún, sería particularmente penoso que a esa morgue vayan a parar empresas con capacidad y potencial para exportar.


Concluyendo, el implementar una visión de “horizontes diversos” en el campo comercial tiene un alto potencial. Pero esta estrategia debe ser optimizada para lograr un desarrollo más equilibrado, mediante la impulsión de las tres turbinas de la exportación: los productos primarios, las manufacturas de origen agropecuario y las de origen industrial.

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